13 noviembre 2015

INFANTIL ENCUENTRA EL ÁRBOL " GINKO BILOBA"

Este miércoles, la etapa de infantil siguiendo con el trabajo que para este trimestre se han marcado, han salido en busca del árbol "Ginco Biloba" y ¡¡¡lo encontraron¡¡¡ Existen dos ejemplares en la zona del Colegio San Isidro, al lado de la carretera que va para Ciudad Real.
 Este árbol se diferencia del resto por su color amarillo en invierno que destaca sobre los que le rodean. Tiene una hoja muy bonita que se parece a una mariposa o a un corazón.... bueno da para darle a la imaginación.
Los niños cuando la encontraron nos mostraron sus sonrisas y su satifacción por ver que la ruta larga, que realizamos esa mañana, tuvo un final feliz. Fué una salida muy bonita.

LEYENDA DEL ÁRBOL GINCO BILOBA.

 El Ginkgo Biloba encierra un misterio histórico que se remota a los antiguos jardines de templos y monasterios orientales, lugar en donde se conservó inexplicablemente después de haber sido extinto en su forma silvestre miles de años atrás, y en donde se consideraba un árbol sagrado. Este árbol de un elevado significado místico para los orientales, reviste a la vez una importancia clínica extraordinaria, siendo la planta medicinal de origen chino más vendida actualmente en la misma China, en Europa y en Estados Unidos por sus diversos y notables efectos farmacológicos .

Cuenta la leyenda, que hace mucho mucho tiempo, los árboles podían ir de un lado para otro, porque siempre era primavera y el viento soplaba suavemente. Pero un día los árboles de hojas anchas, que se habían vuelto vanidosos, desafiaron al viento. Decían que eran tan fuertes y flexibles que ni el más terrible huracán podía arrancarles las hojas. El viento se enfadó muchísimo y acepto el desafío. Los árboles de hojas finas se refugiaron en las cuevas y en las montañas. Los grandes y de hojas anchas esperaron al viento, y empezó el temporal. El viento sopló con tanta fuerza, que arrancó las hojas de los más soberbios, pero también arrancó a los pequeños animalitos y a las mariposas. Un árbol de hojas finas vio a una nube de mariposas azotadas por el viento. Estaban a punto de morir arrastradas por el viento, algunas extenuadas, dejaban de mover las alas y se estrellaban contra el suelo.

El árbol de hojas finas no podía permitir que se perdiera algo tan bello, así que salió de su refugio e intentó salvarlas. El viento soplaba tan fuerte que arrancó todas sus hojas y algunas pequeñas ramas, pero el extendió sus ramas y todas las mariposas encontraron refugio. Cuando paró el huracán, las mariposas volaron libres, y fueron en busca de un lugar mas cálido, porque aquel huracán había traído el invierno. Los árboles no podían moverse ni huir, porque habían transformado sus pies en raíces para no ser arrastrados por el huracán. El viento pensó que vivir siempre sin hojas era un castigo exagerado, pero aquellos árboles vanidosos no podrían olvidar nunca, que por su orgullo cada año se caerían sus hojas y llegaría el invierno. Al llegar la primavera, a todos los àrboles les brotaron hojas nuevas, menos al de hojas finas que habia salvado a las mariposas, que no le salió ninguna hoja.

Estaba muy triste y las mariposas al verlo se posaron en el para hacer de hojas, porque le estaban muy agradecidas por haberles salvado la vida. Nunca nadie ha visto un árbol tan hermoso, hicieron ésto tanto tiempo, que las mariposas se convirtieron en hojas de verdad. Y así nació el Gingko, el Árbol Sagrado de Japón. . . . . .

 

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